Si tan preocupados están por la fe cristiana, los del Centro Tomás Morro deberían acudir como acusación particular en los casos de pederastia dentro de la Iglesia, o de los bebés robados. Igualmente, podrían iniciar una denuncia contra la especulación inmobiliaria que la institución eclesiástica realiza en las Españas.
Pero no, lo que a ellos (y a los jueces que admiten a trámite esta estúpida denuncia) es el siguiente vídeo (aunque, por cierto, ¿no se come el cuerpo de cristo a diario en los templos de culto cristiano?):
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