En enero, el actual gobierno decidió enterrar la ley de transparecia (leer noticia)... parece que los indignados pueden haber influido para que ahora sea retomada, como se acordó el pasado martes en el congreso de los diputados (ver noticia).
Pero también habían prometido acabar con los paraísos fiscales, hace tres años ya... y nada de nada, como algún articulista llegó a predecir (FIN DE LOS PARAISOS FISCALES, VER PARA CREER).
Decía Georges Brassens algo así como que las cosas que hay que hacer, merecen ser bien hechas... y por ahora nos plantean, en los primeros tanteos, una Ley de Transparencia descafeinada y que sirve de poco, ya que permite ocultar la realidad económica y patrimonial a través de testaferros. Sólo una lavadita de cara. Pero para hacerlo mal, mejor no hacerlo. Así que si quieren que nos lo creamos, tendrán que esmerarse.
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