La acampada de Londres, junto a la catedral de St. Paul, es para los indignados gomeros un referente de resistencia (en enero algunos pudimos visitarles). Lo que percibimos en el breve encuentro fue la calidez de cantidad de compañeros y compañeras que compartían nuestros anhelos y nuestras luchas. Era como estar en la Plaza del Sol, pero hablando en un inglés bastante gestual (y con frío y lluvia). Ellxs tenían presente la lucha de lxs indignadxs del estado español y sabían que estábamos siendo acosadxs policialmente (gesticulaban imitando los porrazos de la policía al referirse a esto). También sabían que a ellxs, antes o después, les iban a "acosar".
Hoy llega la noticia de su desalojo. Ellxs afirman que se pueden llevar las tiendas, pero que no se van. Incluso, el anterior párroco anglicano de la catedral de St. Paul ha afirmado que el desalojo hacía que fuese un día triste para la iglesia. Nosotrxs decimos que es un día triste para las personas con dignidad, pero que no es el principio del fin de la acampada londinense, sino que es el final del principio... ha sido el primer paso, ahora comienza el segundo asalto... segundos fuera. Caminamos juntos hacia el día 12 de mayo.
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